miércoles, 18 de febrero de 2009

" LOS PERDEDORES "

Aún perdura en mi memoria el breve encuentro con un amigo de la secundaria. Era mi compañero de carpeta con quien una vez tuvimos que hacer un trabajo de Física para demostrar la interacción de la energía eléctrica dentro de un campo electromagnético. En suma, se trataba de un trabajo muy sencillo como el de coger una barra de hierro para hacer un electro imán y luego un pequeño eje de acero con una bobina de cobre en el centro para que girara dentro del campo del electroimán; una vez conectado el diseño a la corriente eléctrica. Yo hice mi parte del trabajo consiguiendo el tablero de madera, el switch, el alambre de cobre, etc. Mi amigo se encargaría del electroimán, ya mencionado, así como del eje de acero, los soportes, etc., es decir, de aquello que implicaba un poco más de gasto. Cuando él trajo su parte para yo terminar de hacer las instalaciones, me quedé con la boca abierta...el eje estaba hecho de acero niquelado, con poleas a medida hechas exprofesamente en torno; el electroimán no era simplemente una barra de hierro doblado en "U", sino una serie de láminas pegadas muy concienzudamente del modo en que se requería...es decir...para un trabajo muy simple, éste se había sofisticado y complicado de un modo innecesario...habían otros diseños humildes de algunos compañeros que constaban de clavitos, alambres, un viejo interruptor de luz de algún rincón de la casa...y aquellos funcionaban mejor que el nuestro...

Cierto día, luego de algunos años, cuando yo ya casado estaba en el negocio que hacía poco había instalado, me encontraba pensativo ante la poca afluencia de clientes a ese negocio aún incipiente; cuando de pronto veo que para un auto flamante del que baja aquel compañero y luego entra por una de las puertas..." Hola pues hermano, qué haces aquí ?"....Yo estaba sentado en un banco vestido con ropa sencilla...mi interlocutor portaba un terno, a la vista, muy elegante. En ese contexto, la pregunta, evidentemente; era muy directa y específica...la verdad, vacilé un poco en contestarle...era muy notoria mi incomodidad y mi amigo se había dado cuenta..." Qué, compadre, ¿ no has estudiado algo ?", ante esta interrogante yo pasé de dubitativo a incómodo. Ya la tarde moría y no hacía mucho que había prendido las luces y entre los fluorescentes habían unos focos clásicos de filamento dentro de unos faroles...estos empezaron a oscilar como era costumbre en aquellos tiempos, pues era la hora en que se encendían los hornos de Sider Perú lo cual nos afectaba en Trujillo pues en esa época nos llegaba energía desde el Sistema Hidroeléctrico del Cañón del Pato (en Ancash)...Mi excompañero alzó la vista hacia aquellas luces y luego me quedó mirando y me dijo: " Tú sabes porqué sucede ésto ? "...haciendo gala aún de paciencia y modestia le dije que no. Luego él me dio una larga explicación de la "monstruosa" cantidad de energía que jalaban los hornos para encender...Me contaba del inmenso dolor de cabeza que resultaba cuando por algún motivo dichos hornos llegaban a quedarse apagados y, empleando un grave y circunspecto tono de voz de decía que había que " ponerles cargas de dinamita y volarlos como única solución por la cantidad de acero que se enfriaba y se quedaba pegado dentro de ellos "...era interesante aquella parte de la conversación, pero lo que no me gustaba era el evidente despliegue de actitudes destinadas a relievar su posición. Ya empezaba a "respirar por la herida " cuando el amigo, seguramente harto de mi evidente incomodidad, decidió despedirse dejando tácitamente el mensaje de su importante ubicación dentro de aquella empresa. Me quedé herido, frustrado y pensativo...me sentía poca cosa...empecé a pensar en sacar mi título y mandar el negocio al diablo...empecé a recordar los problemas de invasión de profesionales ajenos, realmente, al campo de la Biología Pesquera...por el " Boom " de la pesca en aquel tiempo, empezó una invasión de profesionales de nuevas ramas en nuestra área...hasta se podían encontrar Ingenieros Agrónomos con " mención" en pesquería, ocupando puestos destinados a un Biólogo...encontraba compañeros desalentados supeditados a profesionales menos específicos y ganando mucho menos que ellos...A base de reflexión, comencé a concluir porqué decidí ser un pequeño empresario ya que en una estación de piscicultura tuve una discusión con un Ingeniero Pesquero que se creía la " última chupada del mango ". Esto y muchos otros roces e impases, unidos a mi falta de humildad, y una dosis regular de soberbia; me habían hecho caer en la cuenta de que yo no servía como empleado...ese mismo día, como jamás antes, caí en la cuenta de que no había nacido para tener jefes, a pesar de haberlo intentado...Súbitamente entra al negocio, saltando y gritando, el primero de mis hijos...unos segundos después entró la calma, la prudencia, el amor, la ternura y la inmensa fuerza silenciosa en la persona de mi esposa...instantáneamente fui consciente de la inmensa felicidad que Dios me había dado en medio de todas las necesidades...fui consciente de que muchos colegas y amigos del barrio, estaban descontentos con su situación y su relación en medio de la bonanza alcanzada por mérito o por herencia. Posteriormente fui creciendo económicamente poco a poco solo como un modo de no dormirme en mis laureles, pero nunca por el hecho de alcanzar abundancia material como una manera de tener cada día más en un mero afán de poseer, acumular y exhibir para que me envidien ( pues si no es por ésto último, no se difruta verdaderamente " el tener "). Muchos conocidos, en alguna conversación-discusión, me encaraban que había que pensar en los hijos, que era egoísta...les respondía que estaba cansado de ver cotidiánamente cómo los hijos empezaban a pelearse por los bienes de herencia de sus padres en pleno velorio...y la contienda pasaba por el entierro...siguiendo mucho tiempo después...Yo sostenía que era mejor preocuparse por dejarles una profesión y que ellos maduren pataleando en la vida como nosotros tuvimos que hacerlo, que conozcan que cada ser humano es libre en las decisiones de su vida, que disciernan bien cuándo se es conformista, cuándo se es abúlico, cuándo derrotista. Cuando el vivir para acumular riquezas nos vuelve esclavos de la soberbia del compararse con otros que también tienen, cuando ésto se convierte en un modus vivendi que nos impide conocer la felicidad que puede estar muy cerca de nosotros... solamente viviremos para tratar de tener más, cuidar más lo que logramos, perder el sueño y volvernos frustrados e irritables cuando no podemos acumular en exceso y como resultado de ésto reaccionamos con violencia contra quienes amamos.

Para aquellas personas que, como resultado de su esfuerzo o simplemente de la suerte, logran "triunfar" en la vida; las personas que son realmente felices con lo que poseen son, a su óptica, unos "perdedores ". En verdad no sé si soy en verdad uno de ellos, solo sé que fui muy feliz con mi compañera de la vida, que no necesité abundancia exagerada de bienes; que no necesité perder el sueño, que no necesité alterarme el sistema nervioso, tener gastritis, sufrir del corazón, tener diabetes, etc., tratando de cuidar mis riquezas o temiendo ser secuestrado. Al contrario, doy gracias a Dios el no haberme llenado de cosas a pesar de que me esforzaba con denuedo...siempre fui consciente de que "no siempre nos conviene todo aquello que fervientemente pedimos al Señor". En ocasiones cedía en aquello que me pedían los hijos, especialmente en lo que concierne al deporte como cuando mi hijo mayor aprendió a jugar Tennis...sus raquetas tenían que ser de las mejores...yo prefería eso a que sucumbiera a la tentación de las drogas que en aquel tiempo estaban en su apogeo; pero en ocasiones me sentía impotente como cuando uno de ellos quería irse al extranjero y mis posibilidades, para aquel fin, no eran suficientes...Pero Dios tiene sus propios caminos y designios. Mi hijo estaba desesperado de no poder salir, " No me quedaré en este país ", decía, "Me iré de aquí aunque tenga que hacerlo en el tren de aterrizaje de un avión". Yo no perdía la fe, algo dentro mío me decía que un día se iría...ese día llegó cuando mi hermana menor que vive en el extranjero decidió llevar a mamá y el elegido para eso era yo...pero no tenía pasaporte pues lo que menos pensé en mi vida era dejar mi país ya que siempre pensé que acá trabajaría en cualquier cosa sin tener vergûenza o pensar en hacerlo fuera para que sea menos "vergonzoso". Mi hijo si tenía el documento, él parecía un brioso caballo de carrera en el partidor listo a salir como una bala cuando llegara la ocasión...y así fue...ya tiene 5 años fuera del país, es muy inteligente y esforzado. La última vez que vino a Perú percibí que se fastidiaba con mi modo de vivir, rentó un departamento para sentirse más cómodo. Por mi parte permanecí en una prudente actitud sabiendo de las sofisticadas costumbres que se tienen por allá. Soporté todo con espíritu hasta que llegó el día de su regreso al extranjero y no pude evitar decirle: " La próxima vez que regreses y bajes del avión, no me importa lo que traigas en cosas o en dinero o cuán sofisticado y estirado vengas o cuántos pergaminos tengas o cuántas condecoraciones lleves...solo estaré orgulloso de tí viendo cuán desarrollado, mejorado y transformado retornes como persona cada vez que pueda verte...solo eso me hará sentirme orgulloso de tí..." ...si es feliz o no...solo él lo sabe...En verdad, no me interesa que sea un ganador...solo deseo con toda mi alma que conozca la felicidad.

Mi niñez transcurrió con los ecos de Elvis Presley, era un "boom", entre mis amigos; a mi no me gustaba porque no entendía lo que decía...mis amigos tampoco...pero evidentemente que era un modo de no sentirse " quedado " entre otros que, sin duda, no entendían ni jota...se trataba de una cuestión de "status"; si alguna vez me sorprendieron escuchando música nacional o baladas en castellano...me miraban como a un animal raro...me sentía ni más ni menos como "Manolito " de Quino en la serie de "Mafalda" cuando dicho personaje aparece como un granito de arena rodeado de todo el alumnado de la escuela que lo miraban atónitos y alguien comentaba de lejos: "Es que todos se han enterado de que a Manolito no le gustan los Beatles " . Esta falta de criterio propio, de no tener la personalidad de ser genuino, de no tener la certeza de lo que queremos; esta falta de identidad con lo nuestro es lo que aliena a nuestros hijos. Un día desaparecen captados por alguna secta extraña, no saben lo que en realidad quieren, no tienen clara su vocación y, en fin, todo esto fue el caldo de cultivo para que el terrorismo pudiera captar fácilmente a gente desorientada, sin mentalidad, sin brújula, que no sabían qué querían en realidad.

La indefinición es, asimismo el modo en el que también equivocamos el camino hacia nuestro progreso, desarrollo económico, etc. En nuestra patria recibimos nuestro título entre otras decenas de miles de personas que lo hacen al mismo tiempo y queremos salir de hecho a ocupar la gerencia o la administración de alguna empresa, es posible que con un poco de humildad aceptemos algo de menos nivel...pero de ningún modo queremos hacer en nuestro medio nada de lo que sí haremos saliendo al extranjero. Si nos va bien, en buena hora pero...si no, igual nos quedaremos para que, exentos de toda humildad, evitemos regresar " derrotados ". Por lo demás, siempre que regresemos, de paso, traeremos el status de " extranjeros ".

En mis tiempos de joven, muchos de nosotros estudiábamos Inglés con la intención de viajar a los EEUU. Yo me entusiasmé, pero cuando terminé el idioma y mi carrera decubrí que en realidad no me quería ir. No me sentía prisionero de mi profesión pues teniendo el recuerdo de mi padre que fue aduanero en Hong Kong y comerciante aquí; descubrí que podía meterme en cualquier cosa decente que me permitiera ganar dinero. Muchos amigos y conocidos me hicieron sentir siempre " un perdedor " pero nunca perdí el sueño por el " Status Norteamericano ", jamás caló en mi aquello de " Time is money " ( el tiempo es oro ), " Do it now !" ( hazlo ahora ! ), etc. Siempre pensé en hacer lo justo para que mis hijos estudiaran una profesión, tener un mínimo de comodidad y sobre todo que mi esposa no pudiera ser explotada en ningún trabajo. Mis amigos cercanos hicieron mucho dinero, sobre todo tres de ellos...y los tres ya no están en este mundo : el más íntimo y cercano de ellos cayó en su avioneta en la playa de Santa Rosa ( Lima ), el segundo ( co-dueño de un grifo ), se accidentó en su Mercedez Benz en la carretera saliendo de Trujillo. Mi excompañero de colegio, que desempeñaba un puesto importante en Sider Perú se estrelló en su auto cuando venía de Chimbote a Trujillo. Con ésto no quiero implicar, de ninguna manera, que es malo tener éxito; quiero decir simplemente de que nuestros esfuerzos, decisiones, aspiraciones, etc.; deben estar orientadas no solamente a este fin, pero también deben estar enfiladas al plano del desarrollo personal. Yo aposté, a pesar de que el mundo me decía lo contrario, por ésto último y no puedo decir convencidamente de que tuve razón...solamente puedo afirmar que cada vez que me encuentro con mi generación, evidentemente, no estoy tan acabado como ellos...en fin, es lo que puedo afirmar por el momento
pues no descarto que puedo encontrarme con algunos mejor conservados que yo.

LENTO, LENTO ( O POCO A POCO )

El 27 de Enero del presente, recibí este mensaje el mismo que reenvié a todos mis amigos. Me dio mucho gusto porque confirmaba algo que siempre pensé y que mi entorno a menudo me dijo que era un pretexto para postergar mis decisiones, las mismas que tomaba luego de largas reflexiones. En dicho mensaje, que volveré a reenviarles, el tiempo me da la razón. No se trata de hacer de prisa lo que la mayoría hace, sino de tratar de confiar en Dios y optar por lo que la mente y el corazón nos dictan en un tiempo prudencial.

EL ONCE DE SETIEMBRE Y LAS TORRES GEMELAS

Wall Street, el centro neurálgico - financiero mundial, estaba lleno de " triunfadores " cuando sucedió la terrible tragedia. Con el respeto que se merece la memoria de aquellas personas, me refiero a este hecho por ser el ejemplo de la aspiración del joven norteamericano promedio. En aquel país el que no tenía una casa en zona muy exclusiva, el que no tenía una potente máquina de lujo como auto, el que no tenía una cuenta bancaria con cifras astronómicas; era " un perdedor". El que tenía lo necesario para vivir decentemente y era feliz o por lo menos disfrutaba de tranquilidad en su vida, era " un perdedor". El que quería alcanzar el estereotipo de hombre de éxito, tenía que sacrificar su vida, su familia, sus amigos y " aprovechar " compulsivamente todo su tiempo sin dedicárselo a nadie más...muchas veces ni a él mismo..." Do it right now " ( hazlo ahorita ), " Do it fast " ( hazlo rápido ), etc., eran los lemas con que se guiaban los aspirantes al éxito " a la norteamericana ".

SALIR DE UN SUEÑO PARA VIVIR UNA PESADILLA

Ya desde antes del gobierno de Clinton, los entendidos en economía hablaban de una "burbuja" en el manejo financiero de los EEUU. El auge de las empresas ". com" era de tal magnitud que los bancos prestaban el dinero a ciegas. Crear una empresa .com era tener una mina de oro pues las ganancias aumentaban como la espuma, éstas tenían acceso fácil al crédito. Todo el mundo volteaba los ojos ahora a este nuevo "dorado" norteamericano. El modus operandi de los aspirantes al éxito se guiaba siempre por preceptos como "Time is money" (el tiempo es oro) "Do not lose time" ( no pierda tiempo ) y otros. Pero un día el sistema colapsó y todos volvieron a la realidad. Mientras en la mayoría de pueblos latinoamericanos, la gente trata de salir de una pesadilla para olvidarla durmiendo, allá la gente trata de no despertar de un sueño para vivir la realidad de una verdadera pesadilla que aún no tiene esperanzas de resolverse a pesar de la monstruosidad de millones de dólares que se están poniendo en juego. Karl Marx en su "Materialismo Dialéctico" ya hablaba de ésto. No digo que haya llegado el fin para el sistema norteamericano... tan solo pienso que mientras pongamos nuestras vidas en la vanidad, en la consecución de lujo, en el prurito de consumo y en la persecución solo de bienes materiales, simplemente estaremos optando por la "American way of life" que ya sabemos en qué terminó.

Paulo Coelho en su libro "El Alquimista", hace referencia a un personaje extraño pero interesante : "El vendedor de cristales". Se trata de un ser que trabajaba en un negocio que le proporcionaba lo necesario para vivir decorosamente, no tenía el afán de hacer crecer ni su movimiento ni sus problemas. Por esta vida pasamos muchos vendedores de cristales. Alguien dirá que si no guardamos pan para Mayo podemos pasar apuros. Por mi parte pienso que cuando no sabemos racionalizar los gastos, pasaremos siempre sustos ya sea que la entrada sea modesta o abundante. He conocido madres que, con lo que ahorran en el mercado, prestan plata a los hijos que ganan muy bien. Además debemos tener en cuenta que cuando nos toca afrontar una enfermedad grave como por ejm. el cáncer y nos toca partir; es irrelevante de cuanto dinero podamos disponer. En suma, no es malo el poseer, lo malo es vivir solo para acumular bienes que a la hora de la hora no nos sirven de nada.

CUANDO LLEGA LA HORA...

Ferdinand Marcos, el Presidente-dictador de Filipinas, aparte de las monstruosas cuentas en dólares que guardaba en ciertos bancos, tenía muchos bienes entre los que se contaban rascacielos en New York. Cuando enfermó gravemente su esposa aún estaba joven, pero él se fue irremediablemente... ( me eximo de todos los comentarios que podría hacer sobre este punto ).

Pavarotti, Rocío Jurado, Rocío Durcal, independientemente de su fortuna; tuvieron que partir.

Muchas veces el acumular mucho dinero como persona de éxito, va matando el amor para dar paso cada día a la ambición. Es sabido que donde abunda el dinero también abunda la negatividad, sino demos una mirada a las mafias que se establecen en el fútbol, el box en los grandes países; sobre todo la malignidad asociada con el narcotráfico.
Respecto de ésto podemos ver lo que le sucede al patriarca de los Tudela, o ver los destapes en el caso de la señora judía cuyos hijos están implicados en su asesinato. El sicario colombiano acaba de declarar en el extranjero que éstos lo habían contratado. No estoy seguro pero me parece que la justicia peruana " no había encontrado pruebas suficientes ", perdonen mi falta de información pero es que últimamente no siento muchas ganas de ver los noticieros.

PARA TERMINAR

Cierto día un amigo aficionado a comprar la Tinka me decía : "Si me saco el premio mayor, lo primero que haré es donar dinero para un Pabellón Siquiátrico", un albergue para los niños pobres, etc. Que ése hecho afortunado en nada afectaría su sencillez ni su personalidad. Yo le contesté que el dinero es como una droga, que una vez que lo posea su mente se transformará irremediablemente...que recuperará todos sus buenos sentimientos e intenciones solo cuando gaste o pierda todo lo que le llegó en forma súbita y abundante.

Estando en mi licorería, cierta vez entró un hombre de mediana edad, tenía entre sus manos algo que vender y me lo ofrecía con voz y manos temblorosas. Se le veía de buena familia. Como no tenía deseos de comprar aquello me pidió lastimeramente que le diera algo de alcohol. Era evidente que atravesaba un " síndrome de abstinencia ". Tenía buenos modales y pedía de buenas maneras de modo que le invité un generoso vaso de buen trago. Se repuso y cuando tenía los nervios en su sitio me contó algo de su historia. Era hermano del secretario de una embajada extranjera en el Perú. Venía de Lima después de una de tantas visitas que hacía al hermano. Éste le había dado dinero como capital para comprar mercadería que luego vendería en Chiclayo. Se había " chupado " y " fumado " todo el pequeño capital, lo que traía en las manos era lo último que le quedaba, el resto lo había cambiado en la capital por alcohol y drogas. Antes de establecer la rutina de visitar al hermano había estado dos años en el Brasil donde había arribado luego de permanecer mucho tiempo en los EEUU, país en el que un día se sacó la lotería la misma que le entregaban mensualmente. Cuando ya había dilapidado casi todo, decidió entrar al país carioca y de allí viene al Perú y se radica en Lima en donde abre una licorería en un importante distrito. Endulzado aún con la vida disipada que acostumbraba llevar, se reunía con " amigos " ; en estos encuentros corría el licor y la droga a raudales. Todo terminó con una escena que él narró con sus propias palabras : "El negocio no daba para más. Yo ya no abría. Aún con amigos me dediqué a consumir lo que buenamente había. Cierto día me encontraba sentado en el suelo, en medio del local, con una botella de whisky en una mano y en la otra el último "pito" que me quedaba... ahí se acabó todo... ya no habían amigos...". Con ayuda de su familia, se estableció en Chiclayo donde, como ya les narré, se estableció.

Durante los días que permaneció en Trujillo, lo conecté con AAA y luego lo ayudé a regresar al norte. Al cabo de dos años, entró un día a mi local; estaba muy delgado y tenía aspecto enfermizo, traía bajo el brazo unos afiches y otros papeles, me comentó un poco desanimado que venía de una gira por Piura, me dio a entender que estaba difundiendo su testimonio y no lo habían querido recibir ni en radio ni en Tv. Me agradó la intención puesto que de algún modo traslucía un afán de redimirse. Me confió que hacía un tiempo había estado en Lima pues una hermana suya estaba enferma y necesitaba transfusión de sangre ofreciéndose él de voluntario. Para el efecto, tenía que hacerse las pruebas respectivas. Cuando regresó para que le saquen la cantidad requerida, le dieron la terrible noticia... tenía el virus de VIH (Sida). Desde entonces empezó su verdadera pesadilla... el virus lo había contraído en Brasil... en el Perú no sentía los efectos de la enfermedad hasta el día de los análisis... cuando me visitó aquella última vez, llevaba bajo el brazo una serie de afiches y volantes que él entregaba a cambio de una moneda y con los que también se ponía frente a cámaras para advertir a la gente. En aquel tiempo la gente ignoraba mucho sobre esta enfermedad... pero ello era más notorio en Piura... así desanimado estaba la última vez que lo vi... Pienso que si no hubiera tenido tanto dinero... aún estaría vivo... éso solo Dios lo sabe...

Mi esposa siempre decía : "PARA SER FELIZ NO ES NECESARIO TENER DEMASIADO...
SOLO SABER DISFRUTAR DE LO QUE SE POSEE"