Cierta vez lei en algún periódico un pensamiento que se me quedó muy grabado en la memoria, me parece que la expresión pertenecía a una novia o esposa del filósofo francés Jean Paul Sartre y decía: "La vejez es un hecho en el que pocos piensan que les llegará". Como en el caso de las enfermedades graves o terminales, muchos vivimos soslayando esta realidad. No es que debamos vivir sintiendo pánico por eso, lo cierto es que existimos realmente pensando que muchas cosas solamente le pasarán al vecino, al amigo o a cualquier otro extraño; pensamos que hemos nacido solo para que nos de la gripe (la H1N1 o la porcina...jajaja), el sarampión, etc., nos sentimos inmunes de por vida a los percances más serios.Pero un día, por ejm., nos diagnostican VIH (Sida)...nuestra primera reacción es la incredulidad : " No doctor (sonrisa nerviosa...), no, Ud. se ha equivocado...no puede ser...". Luego entramos en una etapa de negación, no podemos aceptar el hecho: "Ud. está loco Dr. esa prueba de ELISA está equivocada, seguro que se han confundido, ese análisis no es mío o de pronto han usado reactivos pasados...no, no, no...que me hagan otra prueba por favor...". Resulta que el segundo análisis también da resultado positivo pero no lo podemos aceptar...entonces buscamos de hacernos exámenes "más confiables" por lo que decidimos recurrir al WESTERN BLOT, una prueba más exhaustiva... y nuevamente tenemos un resultado positivo. Si tenemos dinero, nos iremos al extranjero en busca de convencernos de que no tenemos la enfermedad...hasta el día en que porfin vamos aceptando el hecho con la gran pregunta: "Por qué a mi ?"...y es que en nuestro subconciente nos creemos especiales, favorecidos de Dios, sean cuales sean nuestras costumbres y forma de vida..." Dios me cuida, el siempre ve por mi ," No le damos nada, no hacemos nada por Él, ni siquiera el centrarnos en mejores costumbres en aras de los que amamos o dependen de nosotros, pensamos que contamos con su protección mientras existamos. Podemos citar muchos ejemplos pero, por ahora, nos quedaremos con éste.
Debo puntualizar, para entrar en el tema, que muchos de nosotros, a pesar de nuestra edad, vemos la vejez como algo tan lejano, en la dinámica de los días el hecho no nos preocupa, sentimos que, por el momento, no nos atañe. Recuerdan cuando en alguna circunstancia, como dice César Vallejo en uno de sus poemas, "volvemos atrás la mirada?", nos damos cuenta de cómo pasan los años...pero ese instante en que momentáneamente entramos en los terrenos del super conciente lo soslayamos para volver a lo mismo, olvidamos que la vejez no es solamente el paso de los años. Los golpes emocionales fuertes y traumáticos, los accidentes o enfermedades graves; también nos van restando años. Ojalá podamos anticiparnos a este drama comprendiendo la soledad y el abandono de nuestros ancianos, poniéndonos en su pellejo y en sus zapatos, entendiendo que hay dolencias diabólicas como el VIH que podemos evitar pero la enfermedad de la inexorable vejez no...y si, por esas cosas que tiene la vida, la senectud se nos adelanta; habrá que recurrir a la grandeza de aceptarla con donayre ( como lo recita Jorge Lavat en "Desiderata") pues ya no tendría caso decir: " Y PORQUÉ A MI? "
En nuestro paso por este mundo, la vida siempre pone ante nosotros situaciones dramáticas que algunos tenemos en cuenta y otros no. Pero dentro del grupo que cuenta con la sensibilidad de apreciar ciertos hechos, los mismos, no siempre permanecen como parte de las vivencias que deberían guardarse muy dentro. En ocasiones permanecemos movidos unos minutos, a veces los archivamos para después volver a leer; pero por lo general las cosas muy importantes , pero que no nos afectan, duran en nuestra mente el poco tiempo que lo hace el más profundo e interesante mensaje personal o de internet...o el humilde, y acaso interesante, artículo de algún blog.
Muchos hemos sido testigos directos o, sin querer, hemos visto situaciones por los noticieros de la Tv. o por los periódicos:
-Hijos que despojan a los padres de su propia casa mediante arteras maniobras judiciales.
-Hijos que expulsan a una anciana madre de la casa, que le dejó el esposo, con el fin de instalarse en ella con su pareja.
-Padres o madres que permanecen abandonados en un cuarto de su propia casa con una atención paupérrima...solo con lo necesario para que no mueran de hambre, aunque su higiene sea nula y nunca los cambien de ropa.
Cuando dicha tía se recuperó, increíblemente, de aquel cuadro extremo me contó: " Yo siempre oraba cada vez que recuperaba, un poco, conciencia...nunca dejé de pedirle a Dios mientras pude. En una ocasión vi entrar en el cuarto a un hombre alto con una túnica blanca que se acercó a mi cama, me tomó por la nuca y levantando mi cabeza me dio algo de beber mientras me hablaba con dulzura..."(SIC). Siempre di por sentado que, luego de este hecho, ella se reestableció a través del tiempo. Cuando vine a Trujillo para efectuar unas gestiones, había dejado a mi esposa en el norte recuperándose de su última quimioterapia. en esa oportunidad recibí la visita de esta tía. En el fondo de mi alma tenía la esperanza de una recuperación de mi compañera por su edad... pues era mucho más joven que mi familiar; aproveché para inquirir sobre aquel hecho e incidí para aclarar mi duda sobre su reacción luego de que, en sueños, bebiera aquella pócima...Lo que me contó me dejó asombrado, pues tratándose de una persona tan piadosa y cristiana como ella, no podía dudar de la franqueza de sus palabras; sin contar el hecho de que yo escuchaba a un ser "resucitado", me dijo: "Hijo, ese mismo día con ayuda de mi hija me senté en mi cama y conversé un poco con ella..."
La situación económica de ellos había mejorado con los años y se habían trasladado a la ciudad. Llevaron a la mamá para que acompañé a los hijos ya hechos unos jóvenes, la mayoría de los cuales vivía en aquella casa con sus parejas... y la abuela ahora no trajinaba mucho, pero tenía que atender a los hijos de las madres que se "ausentaban", por lo tanto ella ahora cuidaba bisnietos. Para no expandirme tanto, solo les diré que posteriormente esta tía fue atropellada por un carro perdiendo una gran parte de la visión. Posteriormente tuvo un cuadro de Neumonía lo que significó que nuévamente cayera en cama...logró recuperarse pero siguió postrada, ya estaba muy débil y anciana...La última vez que la visité, en medio del bullicio de aquel hacinamiento, la encontré en un cuartito, ya casi no se podía mover pero estaba lúcida, la encontré sola, a su lado un plato de comida llena de moscas, el suelo lleno de basura...pero me impresioné más al ver cucarachas en su cama...de tan fuerte que era, no se la pudo llevar el cáncer pero si la soledad el tedio y el abandono...Puedo decir que, sea cual fuere la edad o la condición económica, ésto es lo que más acelera la muerte de un anciano...esa es la vejez queridos amigos...la fiel compañera de la mayoría de ellos tiene un nombre: SOLEDAD.